martes, 8 de agosto de 2017

Análisis del comportamiento coalicional. El paradigma de Chiva

En el año 2015 se celebraron elecciones locales y autonómicas en la Comunitat Valenciana. Dicho proceso electoral se caracterizó por diferentes factores: la irrupción de nuevas fuerzas políticas en el tablero con Ciudadanos y Podemos (éstos últimos sólo a nivel autonómico), el cambio de ciclo político en multitud de ayuntamientos y en la propia Generalitat y una nueva cultura política basada en los pactos de gobierno y de gobernabilidad que propiciaron como principal resultado el fin de la hegemonía política del Partido Popular durante 20 años. 

La firma del Acuerdo del Botánico, suscrito por las tres fuerzas políticas progresitas con representación en Las Cortes (PSPV, Compromís y Podemos), abrió la puerta a la conformación de un nuevo Gobierno de coalición compuesto por dos de las formaciones integrantes y el soporte externo y vigilante de Podemos, marcando una hoja de ruta que se replicaría a nivel municipal en diferentes ayuntamientos de manera más o menos regular. Si bien es cierto que la dinámica autonómica no se ha reproducido por igual en cada uno de los ayuntamientos donde se abrió la puerta al cambio, resulta paradigmático el caso de un municipio, Chiva, donde dicho cambio político se produjo de manera muy particular y diferenciada del resto los municipios y que vale la pena analizar.
 
Los resultados electorales en Chiva estuvieron marcados por dos de los principales factores que se repiten en el resto del territorio autonómico: por una parte la caída de un Partido Popular que si bien fué la fuerza más votada, perdió en Chiva un porcentaje de votos muy considerable pero en concordancia con la pérdida a nivel autonómico. El PP liderado por Jose Manuel Haro venía de encadenar dos mayorías absolutas abrumadoras que le habían hecho ostentar la vara de mando con 11 de los 17 ediles desde el año 2011. En las elecciones de 2015 su representación cayó hasta los seis ediles, y de los 4084 votos obtenidos en 2011 se situó en 2250. Una caída de más del 45% ligeramente superior a la caída del PP en las elecciones autonómicas (44%). 

Por otra parte observamos la irrupción de nuevas fuerzas emergentes que obtienen representación en el consistorio: por un lado Ciudadanos obtiene un edil, la candidatura de unidad popular cercana a Podemos otro, una Plataforma de urbanizaciones (ADUC) otro concejal, Vinchi, una partido de vocación independiente y de carácter local obtiene dos.

Por otra parte y volviendo a los partidos tradicionales, regresa con fuerza Esquerra Unida que obtiene dos concejales, y aumenta en un concejal Compromís, que pasa de un representante a dos. Dicho aumento en la representación de ambas formaciones podría tener el origen en diferentes explicaciones, aunque hay una que cobra fuerza atendiendo a los números en los mismos resultados electorales: el hundimiento del PSPV de Chiva.

En el caso del PSPV-PSOE en Chiva podríamos encontrar muchas de las respuestas a la dinámica política de la legislatura desde sus comienzos, caracterizada por una inestabilidad política continua y que otorga a Chiva un paradigma propio. Tomando en cuenta las cifras absolutas vale la pena una especial mención al comportamiento electoral con respecto a dicha formación. El PSPV-PSOE en Chiva obtuvo el peor resultado electoral cosechado en su historia en terminos absolutos. La formación socialdemócrata obtuvo 828 votos frente a los 2048 obtenidos en el año 2011. Esto supuso una caída de casi un 60% con respecto al año 2011, la pérdida de tres de sus cinco representantes y una cifra que practicamente doblaba a la caída del PSPV a  nivel autonómico (-30,31%). Los 1213 votos perdidos por el PSOE Chivano bien podrían explicar  en parte el origen  del aumento de votos tanto de EU como de Compromis (+1306 votos).

Si bien estos resultados nos pueden llegar a calificar dicha candidatura del PSOE local como fallida debido al rechazo que recibió en las urnas, sus representantes además han mostrado un comportamiento diferenciado a la dinámica general del PSPV en el resto del territorio.

Emilio Morales y los ediles socialistas firman el acuerdo de investidura
Por una parte, el PSOE en Chiva no optó por integrarse en el equipo de Gobierno que retiraría a la oposición al Partido Popular como en el caso de la Generalitat o en la mayoría de los territorios donde se dió el caso. De este modo, el PSOE suscribió un pacto de progreso que dejaría en minoría al nuevo equipo de Gobierno con ocho de los 17 ediles (Compromís, EU, Vinchi, Podemos, ADUC) comprometiéndose únicamente a votar la investidura del Alcalde Emilio Morales de Compromís. 

Por otra parte, el PSOE comenzaría a mostrar una actitud hostil hacia el mismo pacto de progreso y el equipo de Gobierno que quedaría patente desde bien temprano.


Investidura fallida

En Junio de 2015 se vivió una de las situaciones más tensas con el pleno de investidura del candidato a Alcalde. La firma del pacto de Progreso, rubricada por el PSOE de Chiva, otorgaba una mayoría más que holgada a la investidura de Emilio Morales como Alcalde. 10 votos frente a los 7 negativos del PP y C´s. La situación fué especialmente digna de análisis debido a su singularidad. 

La fuga de dos votos del pacto de progreso impidió la elección de Emilio Morales como alcalde, otorgando la Alcaldía de nuevo a Jose Manuel Haro del PP. Pero esto no ocurrió porque el candidato Popular obtuviese la mayoría de las papeletas  en la votación secreta, sino porque hubo un empate entre la candidatura de Morales y el candidato de Ciudadanos (8 a 8) y un voto tampoco previsto al candidato de ADUC, Manuel Verdeguer. Ante esta situación se proclamó a José Manuel Haro Alcalde de Chiva al ser el candidato de la lista más votada. 

Las reacciones no se hicieron esperar y muchas de las miradas se dirigieron a los dos ediles socialistas responsabilizándolos del resultado al haber traicionado el acuerdo firmado previamente.

La tesis mantenida por los socialistas fué que la fuga de los votos era ajena a ellos, mientras que otra de las tesis sobre la mesa apuntaban a que se trató de una jugada del Partido Popular quienes en un principio alcanzaron un supuesto acuerdo de investidura del candidato de Ciudadanos con la complicidad del grupo socialista puesto que la investidura de un alcalde de la formación naranja no pondría en riesgo su permanencia en las filas del PSOE debido a los recientes pactos del PSOE con Ciudadanos en otros territorios (véase Andalucía). Dicho pacto se rompería al ir un voto a parar al candidato de ADUC dando la alcadía al candidato Popular.

El caso es que nada se pudo demostrar. El resto de los firmantes del pacto de progreso negaron su responsabilidad ante los hechos, incluído el edil de ADUC quien negó haberse votado a sí mismo. Ante un escándalo que saltó a las páginas nacionales, la dirección del PSPV decidió sumarse a la moción de censura que presentaron el resto de los firmantes del acuerdo inicial para investir a Morales y volver a la situación incial. Ante una moción que debería votarse a mano alzada, Haro decidió dimitir como alcalde celebrándose una sesión donde, esta vez sí, Emilio Morales fué proclamado alcalde con los votos socialistas.

Retirada de sueldos al equipo de Gobierno

Si bien parecía resuelta la gobernabilidad de Chiva con un equipo de Gobierno en minoría compuesto por cinco formaciones y donde el PSOE se mantenía al margen pese a haber apoyado la investidura del Alcalde, sorprende que una de las primeras mociones presentadas por este grupo fuese la de impedir que existiesen liberaciones dentro del equipo de gobierno limitando las percepciones del alcalde a un 60% y limitando el cobro por asistencias a los concejales a poco más de 200 euros. Dicha propuesta salió adelante gracias a los votos favorables del PP y de Ciudadanos y será el comienzo de una triple entente entre los tres partidos que se repetirá una y otra vez a lo largo de la legislatura. Desde ese momento la opinión pública y la prensa comienza a hablar de una oposición que en Chiva está compuesta por tres partidos, incluído el PSOE. El hecho de dejar sin algún concejal liberado la gobernabilidad de un municipio de las características de Chiva enseguida comenzó a ser interpretado como una estrategia a largo plazo de bloqueo a la gestión del gobierno que poco a poco iría cobrando fuerza. 

Bloqueo a los presupuestos

Otra de las características particulares de la dinámica política en Chiva ha sido la utilización del presupuesto como herramienta de bloqueo a la gestión municipal. 

A día de hoy los presupuestos siguen sin salir adelante. Todo ello pese a las diferentes promesas en su día por parte de dirigentes del PSPV a Compromís de que se apoyarían. El municipio, pese a ello, va realizando diferentes actuaciones gracias a las ayudas que provienen sobre todo de los fondos de inversión de la Diputación. Algunas de las actuaciones más relevantes como la actuación sobre la Balsa de los Patos o en los diferentes centros educativos salen adelante gracias a la institución provincial. 

De nuevo aquí tiene un papel determinarte el grupo socialista, quienes podrían decantar la balanza de la mayoría de un lado o del otro pero que en este caso, de igual manera optan por sumarse a la derecha local.

Las crisis de Gobierno: La salida de ADUC y el papel de Izquierda Unida

Ediles de EU durante la legislatura
El equipo de Gobierno de Chiva ha sufrido diferentes crisis a lo largo de la legislatura. En primer lugar se produjo el abandono del equipo de gobierno por parte de los ediles de Izquierda Unida. Se trata también de un hecho singular y de especial mención puesto que su abandono no supuso su ingreso en el bloque de la oposición. En este caso estamos ante un abandono del equipo de gobierno pero que no conlleva la desconexión de la gestión. El grupo de EU mantuvo sus áreas de gestión y fundamentaron su abandono en discrepancias con algunas decisiones del equipo relacionadas con materias que invadían sus ámbitos de actuación en materias de educación. Muestras de la lejanía de su apoyo al bloque de la triple entente de PP, PSOE y C´s  redunda en la actividad de denuncia hacia la corrupción del PP que llevaron a cabo junto a su dirección provincial con el caso de SUMA Chiva donde denunciaban una supuesta trama de corrupción vinculada a una empresa municipal durante la etapa del PP. El grupo de EU en Chiva, liderado por su portavoz Manuel Clemente también contó con la dimisión de uno de sus ediles, Jacobo Morales, y con la inclusión de Marta Paniagua en sustitución. Todo apunta a que han optado por una trayectoria caracterizada por la búsqueda de un perfil propio dentro de la lealtad al equipo de gobierno desde las afueras. Curiosa situación que no deja de contar como una de las particularidades del paradigma propio de la política Chivana.  

Titular en prensa sobre la supuesta negociación PSOE/ADUC
Caso bien distinto lo encontramos con la salida del edil de ADUC del equipo de Gobierno. Después de protagonizar uno de los episodios más sonados en la legislatura, cuando se filtrara una conversación mantenida entre él y uno de los ediles del PSOE que le ofrecía pactar una moción de censura con el PP a cambio de un reparto de sueldos, tal y como publicaría la prensa en el año 2016, su salida del equipo de gobierno se produjo hace meses. Recientemente recuperó su actividad en los plenos presentando una moción destinada a retirarle el sueldo, esta vez, también al Alcalde. Dicha moción fué apoyada por el bloque de la oposición (PP y C´s) y salió adelante gracias a la ausencia en el pleno de los ediles socialistas. 

El equipo de Gobierno y el socio externo

Otra de las características propias del actual equipo de gobierno es la heterogeneidad. En Chiva, a diferencia del Acuerdo del Botánico, encontramos un equipo que se caracteriza por una notoria tranversalidad desde el punto de vista de la orientación política. El equipo de Gobierno está compuesto por una minoría de los miembros de la corporación pero en el que residen diferentes sensibildades políticas. Si algo les caracteriza a todos sus miembros es su rechazo a la gestión que el Partido Popular ha llevado en el municipio durante los últimos años. Pero más allá de eso cabe resaltar que el equipo, hoy compuesto por cinco miembros, cuenta con dos ediles de un partido de izquierda valencianista como Compromís, con su alcalde Emilio Morales a la cabeza junto a Diana Oliva al frente de Juventud y Participación Ciudadana. Por otro lado encontramos a los ediles de una fuerza local independiente como Vinchi con Fernando Casanova como portavoz y con el joven Joaquín Furriol como edil de deportes. Una fuerza local que además contó su primer año con el edil Cristóbal Ríos hasta su dimisión pero estrechamente vinculado al partido y con muestras de constante apoyo a sus excompañeros de equipo. Dentro se encuentra también Cristina Suárez. una edil de JSM, plataforma de unidad popular vinculada a Podemos. Hoy asume el área de bienestar social siendo de los pocos cargos vinculados a Podemos que forme parte de un gobierno municipal.
Los cinco miembros del equipo de Gobierno junto al exedil Critóbal Ríos en una imagen reciente
El papel de socio externo que en el acuerdo del Botánico asume Podemos lo encontramos en este caso en Izquierda Unida. Con una diferencia notable. Mientras Podemos no asume ningún área de gestión en el Consell, en Chiva no se les han retirado las competencias sobre las áreas que gestionaban mientras formaron parte del equipo de Gobierno.

Emilio Morales: un alcalde que pierde el sueldo pero que gana apoyos

Como se mencionaba antes, uno de los últimos episodios en la legislatura de Chiva se produjo cuando el edil de ADUC presentó una moción para retirarle el sueldo al Alcalde Emilio Morales siguiendo la senda de la moción presentada por los socialistas al inicio de la legislatura en la que dejaron sin sueldo al equipo de gobierno. En esta ocasión la moción salió adelante gracias a la ausencia del PSOE, hecho que desmintieron argumentando motivos personales para la ausencia y afirmando que nada tenían que ver con la moción y su resultado afirmando textualmente que ellos "no quitaban ni ponían sueldos" (tal vez quedaba lejano el recuerdo de la moción presentada por ellos mismos al principio de la legislatura y  que dejaría sin sueldo al equipo de gobierno al completo, salvo al Alcalde).

Tanto la gestora comarcal del PSOE como múltiples alcades socialistas de la comarca manifestaron su rechazo a la decisión de retirarle el sueldo al alcalde de un municipio de más de 15.000 habitantes.

Resultaba incomprensible que quienes argumentaban estar en contra de la gestión de un equipo de gobierno, en vez de plantear una alternativa de gobierno, optasen por dejar a la misma persona al frente pero sin salario.

Pese a las buenas palabras en apoyo al alcalde de Chiva de los órganos superiores del PSPV, en el último pleno, y esta vez sí de cuerpo presente, los ediles socialistas votaron en contra de restituir el sueldo a Morales.

Las reacciones de apoyo a las puertas del pleno fueron explícitas y los gestos de cariño y de apoyo a un alcalde al que le habían negado un salario se multiplicaron en una imagen sin precedentes para Chiva.


El Alcalde Emilio Morales recibe el apoyo de una multitud de vecinos a la salida del pleno en el que le impidieron recuperar su sueldo

Por otra parte los grandes perdedores volvían a ser los ediles del PSOE, quienes al igual que en el primer pleno de la legislatura, abandonaban (esta vez sin escolta) el Ayuntamiento ante signos de rechazo de los ciudadanos allí congregados .

El papel del PSPV: No Intervención

Desde que arrancara la legislatura en Chiva se han ido sucediendo diferentes episodios que han puesto en el punto de mira la gestión y la toma de decisiones de los responsables políticos del PSOE local. Actitudes que han sido la piedra angular de toda la legislatura y que han puesto en tela de juicio la autoridad del PSPV ante decisiones que distan mucho de la dinámica puesta en marcha en el gobierno de la Generalitat. 

Fuente de la imagen republica.com
Los diferentes episodios de escándalos ante las decisiones adoptadas por el PSOE en Chiva han hecho manifestarse a líderes de todas las formaciones del acuerdo del Botánico. Desde Joan Baldoví de Compromís hasta Antonio Montiel de Podemos, pasando por la misma Mónica Oltra han manifestado en alguna ocasión su apoyo al gobierno local de Chiva y criticado directamente la actitud de los socialistas del municipio. Todo esto ha ido sucediendo ante una incomprensible actitud de no intervención desde los órganos superiores de una organización jerarquizada que cuenta con direcciones comarcales, provinciales y autonómicas por encima de la agrupación local de Chiva. 

Si bien algunos militantes críticos del PSPV en Chiva dicen recibir desde hace años muestras de apoyo desde la dirección autonómica y promesas de que se intervendrá cuando se resuelvan, o bien las elecciones, o bien los diferentes procesos internos (congreso federal, autonómico, provincial, etc..).

La realidad es que los dirigentes de Chiva siguen sin cambiar el rumbo y mantienen una posición hostil frente a un gobierno al que la lógica del Pacto del Botánico les debería hacer tender. Pese a ello, lejos de intervenir, desde el PSPV sus concejales son propuestos e incluidos dentro de sus órganos superiores del partido como el reciente nombramiento dentro del  Comité Nacional del PSPV-PSOE. 

Mientras tanto, la que fuese masa electoral del PSOE en Chiva sigue la diáspora hacia otras fuerzas progresistas (llama la atención las numerosas muestras de afecto y apoyo de antiguos votantes confesos y exmilitantes socialistas hacia su alcalde en el último pleno y concentración popular).

Paradigma y perspectivas

En resumen podemos concluir que Chiva representa un paradigma propio con respecto a los gobiernos locales que se configuraron tras las elecciones del 2015 en los municipios valencianos y en la Generalitat.

Atendiendo a varios elementos observamos como, comenzando por el resultado electoral, la composición del gobierno por un lado y de la oposición por otro, Chiva representa un comportamiento político particular.

Una de las razones residiría una vez más en el papel que el Partido Socialista viene ejerciendo durante la legislatura. Lejos de formar parte del gobierno, le ha situado a la cabeza de iniciativas de bloqueo de un gobierno de cambio cuando no en colaborador necesario de otras tantas decisiones en favor del Partido Popular. Así, el PP encuentra una situación en la que encabeza numéricamente la oposición, pero observa como todo el protagonismo de sus decisiones y el escándalo los acaparan, para bien o para mal, el PSOE con su apoyo o abstención. De este modo se percibe una estrategia que lejos del mero hecho de poner o quitar sueldos persigue el objetivo de asfixiar económicamente al equipo de Gobierno en la búsqueda de que afloren las diferencias internas y provocando la dimisión de sus componentes.

Y todo esto viene sucediendo mientras el PSPV de Ximo Puig gobierna en la Generalitat junto al mismo partido al que en Chiva están bloqueando hasta el extremo de negarle el sueldo a uno de los alcaldes de Mónica Oltra. ¿Podríamos imaginarnos que sucedería si Compromís diese la orden de retirar el sueldo a los ediles o alcaldes socialistas en varios municipios?. Sería incomprensible; aunque en Chiva el PSPV permite que suceda. Una situación curiosa que nos ha traído hasta el ecuador de la legislatura y que deja abiertas muchas incógnitas acerca de las razones que puedan explicar las afinidades, razones o intereses que pusieron de acuerdo aparentemente al PP y C¨s con el PSOE local; o los silencios y dejación por parte de la jerarquía socialista  que han  convertido a Chiva en un caso paradigmático por su gobierno, pero sobre todo por su oposición. 

Gonzalo Guillén Tarín
Politólogo






7 comentarios:

  1. En general lo veo muy correcto tu análisis. Algo "generosa" tu apreciación a la candidatura de Cristina como de "unidad popular". Se trataba de una agrupación de electores y es discutible su relación con Podemos, creo. Otro aspecto que echo en falta la "transformación" de la antigua EU devenida en la supuesta "izquierda valencianista". No me parece correcto usar un escaño para montar un nuevo partido para competir con el que te presentó. Léase Ex -PSOE o ex-IU. la historia política de Chiva está salpicada de "traiciones". Salu2. Manel Pastor i Madalena

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    1. Saludos Manel. Disculpa la demora en contestar. Correcto con lo de la candidatura de unidad popular. Plataforma de electores. Es así. De las vicisitudes de IU y Compromís en Chiva la verdad es que he escuchado versiones variopintas. Tengo en buena consideración tu visión como persona que conoce más que yo sobre el asunto, y de buen rato. Gracias por participar!

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